Con gargantas o cuerpos destrozados
Son horrores del sonido
Oprobios que navegan
Ondas que se expanden para invadir las tierras
Hay huellas de esas sombras entre nosotros
De dragones que cantan fuego
y dejan en harapos
Pero hay otros que no son sombras
Son bemoles reales
Mestizos rasguños de guitarra que achican barcos invasores
Son tambores alegres, inteligentes, buenos: ¡Saludables!
¡Que los sinaloenses nombran: Ferrusquilla!
Claudia Isabel Quiñónez
Culiacán, Sinaloa
*Texto leído el 9 de marzo en el Mercado Garmendia.
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