"Lecciones para Calypasto"
era un país tan grande como los armarios
donde los hombres vivían colgados
a un eterno perchero
la mayoría siempre se doblaba de frente
como los espejos
ese día doblaron a uno al revés
y así fue desde ese instante lo cotidiano
hasta ser obligadamente barroco
como giardias que acontecen papá
y nadie vivía de espaldas a los otros
porque se tenía al frente un único foco
el cual decían daba la neblina imprescindible
pero no la luz
luego algunos aprendieron a balancearse
pero chocaban al freno de la mayoría
que no se quiso mover
que nunca osó pendular
y el movimiento sólo admiró del giro
la capacidad de desdobles
en el principio hubo el otro que se dobló de lado
pero le decían el loco
borracho de su historia
y lo alienaron solitario necesariamente
en el ala derecha del armario
a las mujeres las guardaron siempre sin doblarlas
a todo sus largos en la parte de arriba y del polvo
pero reían la marca del perchero
sobre la piel viril del hombre
entonces no hizo falta cerraduras
sólo una chapilla coherente con pitágoras
y otra próxima lectura
al final la historia vivió de un arriesgado
columpiar tanto hasta poder verse
el otro lado de las cosas
la vejez de esta verdad
y lo fácil que era cada día para el loco
desengancharse
y subir todas las noches a dormir con las estrellas
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