sábado, 23 de agosto de 2008

Segundo manifiesto fusionista




Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva
porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe.
Apocalipsis 21, 1

La poesía ya no encuentra como trasladarse dentro de un corazón o de una sonrisa, la poesía ve como caduca la vida humana y el depredador máximo consume las últimas letras. La poesía debe propagarse por las gotas de la lluvia que nos humedecen las lágrimas, debe llegar como proyectil a las alas de la conciencia, al suministro del entendimiento, a la medula del fin.

Hoy vi a un gato correr detrás de una nube, también me encontré a un costado de la herida, a un costado de la voz atormentada, vi como los años siguen alimentando guerras, y como las guerras siguen alimentando al hombre, vi un sol negro, un aliento demoledor, una ráfaga que se desprende de la soledad y que invade a todos.

Qué hay del amor si estamos condenados a besar con labios de prisión, qué hay de la vida si estamos compartiendo el olor de la decadencia en nuestras almas.

Los poetas de oficina no saben cómo iniciar el canto, ni la siguiente llama que consagre la voz de nuestra generación, la última en la humanidad. La última rapsodia será cantada por los fusionistas en el edificio más alto, en la montaña más profunda, en la inquietud escéptica, los poetas volveremos a propagar el fuego de las letras.

Incendiaremos todo aquello que sea incendiable, romperemos todo cuerpo que tenga fisura, colocaremos palabras en todo oído y a los que adoran la incredulidad, a ellos los golpearemos con poesía desgarradora, con poesía que les derrumbe su inquisidora ornamenta, inyectaremos la poesía como vacuna.

La poesía se propagará por las ciudades inundadas, en el cementerio acuático los rapsodas colmaran la sed de sus infelices hermanos, nosotros llenaremos de aliento a la muerte y a las esperanzas perdidas.

Hoy vi nacer a los bardos que morirán con un poema en la mano. Nosotros moriremos junto con las palabras, nosotros nacemos de la inquietud del espíritu, nosotros los últimos le cantamos a la vida que se apaga.

La poesía caminará entre los vivos y los muertos, será la nueva medicina, la cirugía definitiva del alma, nosotros, los mensajeros, llevaremos a las palabras como si fueran balas expansivas que detonarán el cuerpo de los infieles. La poesía es religión.
Ángeles motociclistas llevaran en sus ruedas las nuevas odas, haremos una revolución en la sangre de la humanidad, somos los paracaidistas que se avientan al abismo, nosotros sabemos que la profundidad es inmensa y que en el infinito el grito irradiador del poema también se escucha.

Ya no hay maestros, hubo payasos comunistas y espantapájaros capitalistas, aún existen los perpetradores de la guerra y del cinismo, aún están entre nosotros los alabadores de la falsedad, los que se nutren del sistema y en las cafeterías hablan del irremediable destino, hablan de la nostalgia que nos abriga, hablan del futuro caluroso, hablan y se llevan las manos al rostro como si de ahí naciera la cura para las enfermedades del alma, a ellos darles veneno para que sus lamentaciones no se escuchen en los oídos de los que quedaremos en pie para recibir al último tsunami. A ellos apedrearlos con poemas fusión con metáforas ardientes.

El hombre se mata a sí mismo y mata a la poesía, del hombre quedarán sus osamentas, sus botas con tierra, sus metales oxidados, la tierra será un museo para las bacterias y las cucarachas, pero la poesía sobrevira en las piedras, en las nubes radiactivas, en las estrellas, la poesía es eterna la humanidad no.

La poesía puede hacer que la vida resurja, la poesía es el milagro que nos salvará o tal vez la poesía misma pueda ser el proyectil que le dé el último golpe a la sonrisa del hombre.

Ya no hay poetas, sólo poetas-serpiente y poetastros, ya no habrá poesía social hecha por verdugos capitalistas, ni poesía amorosa hecha por las hordas del imperio, sólo habrá poesía fusionista escrita por hombres de fuego, poetas que nacen en el alba.

Una y otra tormenta, letras cicatrizando las heridas, palabras que invadirán el vacío existencial en el que a diario morimos.

POETAS- SERPIENTE el infierno es ahora, hay que ganarnos el cielo corrompiendo a los hombres con nuestras palabras.

NO QUEREMOS MÁS CRAK, NON PLUS ULTRA MERDE.

Volvamos los ojos a nuestros ancestros más cercanos.
Que el estridentismo nos acompañe, que el creacionismo sea nuestra sed, que el ultraísmo nos acoja en sus brazos, que las palabras construyan el templo de nuestra religión.

Invadamos con la palabra las esquinas, los bares, el oído de las prostitutas, el callejón de las lágrimas, el corazón de los que se juegan la vida al robarse un libro de Girondo, la mano con la que se erotizan las religiosas, invadamos todo con poesía, el estruendo de los vientos y la caracola de los inocentes, la bocabierta de los mudos, los cerros que se derrumban.


Golpearemos los semáforos, los barcos que traen contrabando, los silencios recónditos, las faldas de las secretarias, golpearemos todo con poesía, el mar, el cemento la paz la guerra, el ojo de la hormiga.

La rebelión de los fusionistas es la última, somos ruidos que cimientan el caos en la belleza, somos belleza, salvaremos al arte que agoniza, somos insurrección, somos un día de luz y calles mojadas, somos girasoles con los pétalos abiertos cuando la luna se asoma, somos locomotoras en el mar, soles en el vientre del río, huérfanos de domingos y guerrilleros naturales, hombres con coraza de letras, hombres del cielo, hombres de tierra, hombres de fuego, poetas aéreos con raíces de piedra.

El depredador máximo es la humanidad contrarrestar al humano con poesía. Poesía luz para los albañiles, poesía bala para los soldados sin nación, poesía tormenta para los miserables, poesía serpiente para los poetas, para los merolicos, para las estatuas, para los relojes que marcan el fin de nuestro sistema, poesía al alcance de todos, poesía serpiente para los que esperamos el apocalipsis.

Fusionistas hay que regresar a la república y golpear con nuestra doctrina a los infieles, a los ciegos a los videntes, a los que se rascan el alma y a los que se mueren.

Acabar con todo, destruirlo todo, soportar los embates de la vida, amarlo todo hasta el fin,
hasta que revienten nuestros cuerpos y florezcan en los campos de batalla como fecundas letras que alimentaran al humano, que alimentaran a las ruinas. Amarnos los unos a los otros con poesía.

Amarnos como serpientes que se entrelazan para nunca separarse, amarnos con el fuego del sol que se desploma.

Llego el momento de sacar las armas y de guerrear por los desiertos de cemento.

Fusionismo libertad, inscripciones abiertas para los verdaderos poetas, falsos a la hoguera. Fusionismo es el motín de la esencia, el rompe rayos, el consuelo eterno, la lucha brutal, el sueño eléctrico, el vértice de la poesía, el vientre luminoso, la voz guía.

Poetas- serpiente: llego la hora de tomar las calles y de sacrificar a los inicuos.

Fusionistas hoy es el día, mañana el mundo será un recuerdo.

Arturo Sodoma
Mixcoac, 2008
Agosto 23



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