jueves, 28 de agosto de 2008

Ian Soriano



Me enamoré del imán del universo


Me enamoré de su hambriento coño dorado
de aguas termales
Donde mis labios rozaban el anonimato
de aquella cereza tumefacta

Amaba un coño fuliginoso
su corcho dulce
de aquella boquilla vaginal
escurridiza, envenenada

Aquel desván de delicados vellos
aquel profundo ambiente de calurosa espuma
Como la uva: pequeña fresca
Mordisqueable como una oreja bañada en vino tinto

Me enamoré del dolor orgásmico
en la enredadera
de aquellas suaves caderas encallando

De aquellos tragos fértiles apaciguados
como droga del crepúsculo
de mis dedos
y mis glorias espermales

Suave cual brisa marcial
consecuente
Inhalaba el sudor expresivo
de su monte de Venus ardido y ágil

Con mi nariz
olí las estrellas
de sus celestes caprichos labiales

Me enamoré de aquel néctar de su falaz entrepierna
de sus tobillos como cadenas
de aquellos muslos comestibles, eternos
Celosos guardianes
de aquel imán del universo.






3 comentarios:

arien3notas dijo...

De Cuantas metáforas ardientes más, eres capaz?....Ojala la respuesta fuera: Infinitas..

Bárbara

Librosintinta dijo...

No suelo dejar comentarios pero hoy y por que me lo pides dejaré éste. Cada vez que leo tus poemas son nuevas ventanas para mi propio progreso, además de ser un vehículo eficaz a la creatividad, la imaginación y la pasión, pocos transmiten sentmientos tan profundos o en éste caso tan humanos. Sabrás que en éstos días tengo la mente en otros lados, pero leer me hace volver e incluso irme otra vez. Gracias Arturo por ser una gran persona y sobre todo un poeta serpiente...

Saludos

María del Carmen

arturo sodoma dijo...

Este poema no es mío, es de Ian Soriano, pero en verdad es bueno. yo sólo puse un poema visual que se encuentra en la parte de arriba, besos señorita del desierto.